viernes, 2 de mayo de 2014

Long Weekend in Madrid (II)

Evidentemente cuando una ve a una ex (o a cualquier tía con la que te hayas acostado), y esa ex está acompañada, es inevitable analizar de arriba abajo a la tía que tiene al lado.

Y el gusto que da saber, que la tía con la que está, es más fea que tú...  Eso no tiene precio.

Total, su acompañante estaba algo descuidada, que no digo yo que no sea de buena familia, ni que no pertenezca a la clase más alta, pero de estilismo cero. Un poco macho y marcando territorio. Y de cuerpo tirando a negativo. Porque todas nacemos con unas limitaciones físicas, pero creo que refleja el nivel de autoestima la manera en que nos cuidamos y nos queremos. Una no puede dejar que la barriga le crezca a libre albedrío de la cerveza. Porque querernos a nosotras mismas es un "must".

Pues nada, paseaba yo al día siguiente por Hortaleza y me encuentro a la acompañante paseando a un perro: Misma camisa verde remangada, mismos pantalones claros. Distintas zapatillas.

No hay excusa para llevar la misma ropa. Eso se hace sino duermes en tu casa. Pero si se ha cambiado las zapatillas... una se cambia la ropa con la que salió la noche anterior.  Lo hace hasta un tío.

Vaya tela el mundo bollo como está...

5 comentarios:

  1. Me encanta lo del libre albedrío de la cerveza... jajajajaja. Es genial!!!

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    1. jajajjaa, es que hay algunas chicas que se descuidan mucho....

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  2. Jajajaja... Y no me digas que no te preguntas qué le verá... XD

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    1. Sí, sí, eso ha sido lo primero que he pensado. Lo típico, será que tiene pasta... jajjaa

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