Hasta hace poco pensaba que no había nada más íntimo que follar con alguién. Estás dejando que alguién te meta unos dedos dentro de tu vagina.. si eso no es íntimo, qué es?
No sé si alguna vez os ha pasado, pero siento que al quitarme la ropa, me quito un escudo protector, y soy capaz de hablar de cosas más personales.
Ahora, pienso que no hay nada más íntimo, que compartir un "yo" sin ropas.
domingo, 16 de noviembre de 2014
sábado, 15 de noviembre de 2014
Sintiendo en suavidad
A veces, solo me apetece sentir el roce de las sábanas en mi piel cuando estoy desnuda. Sin que haya nadie más, sin que haya sexo.
domingo, 9 de noviembre de 2014
Amando en sordomudo
El bar estaba lleno de gente a quién no le interesa como realmente eres. Oyen, pero no escuchan.
Eran las dos de la mañana y sonaba el teléfono. Al otro lado E. Las caricias de sus palabras, me hacían casi sentir el roce de su piel en mis labios.
Y es curioso, porque todos esos cuerpos sordos, que se mueven desacompasados y pasados de más, debajo de las luces y la música, solo están pendientes de ver si hay feeling con alguién para irse a follar.
Me pregunto si seré un cuerpo más, cuando pienso en acariciarte desnuda contra la pared. Con una de mis manos deslizándose por tus pechos, mientras mis pechos recorren tu espalda, y mis besos tu nuca. La otra mano descendiendo hasta sentir tu clítoris ponerse duro entre mis dedos, y mi lengua resbalandose por tus orejas, a la vez que se escurre algo de flujo, el suficiente como para introducir mis dedos hacia adentro. Y todos los poros de mi piel perciben que te gusta, que respiras cada vez más fuerte, con algún gemido que se te entrecorta. Y te mueves, en una especie de lucha por elevar el placer, empujas con tu cuerpo los dedos hacia adentro, y te mueves, en un desacompasamiento perfecto con mi mano, en busca del orgasmo.
Sentirte palpitar en mis dos manos. Escuchar tu placer y tu perdida de voluntad. Llegaste. Y quiero escucharte con cada terminación nerviosa de mi piel. Y te abrazo, y te cuido. Ya no oigo. Solo escucho.
Eran las dos de la mañana y sonaba el teléfono. Al otro lado E. Las caricias de sus palabras, me hacían casi sentir el roce de su piel en mis labios.
Y es curioso, porque todos esos cuerpos sordos, que se mueven desacompasados y pasados de más, debajo de las luces y la música, solo están pendientes de ver si hay feeling con alguién para irse a follar.
Me pregunto si seré un cuerpo más, cuando pienso en acariciarte desnuda contra la pared. Con una de mis manos deslizándose por tus pechos, mientras mis pechos recorren tu espalda, y mis besos tu nuca. La otra mano descendiendo hasta sentir tu clítoris ponerse duro entre mis dedos, y mi lengua resbalandose por tus orejas, a la vez que se escurre algo de flujo, el suficiente como para introducir mis dedos hacia adentro. Y todos los poros de mi piel perciben que te gusta, que respiras cada vez más fuerte, con algún gemido que se te entrecorta. Y te mueves, en una especie de lucha por elevar el placer, empujas con tu cuerpo los dedos hacia adentro, y te mueves, en un desacompasamiento perfecto con mi mano, en busca del orgasmo.
Sentirte palpitar en mis dos manos. Escuchar tu placer y tu perdida de voluntad. Llegaste. Y quiero escucharte con cada terminación nerviosa de mi piel. Y te abrazo, y te cuido. Ya no oigo. Solo escucho.
martes, 4 de noviembre de 2014
Las mujeres y sus voces.
Me vi envuelta envuelta en una conversación telefónica con ella, y cuando me di cuenta estabamos un poco susurrando. Entonces noté que me estaba poniendo caliente. Le comenté que si hacíamos sexo telefónico. Nunca lo había hecho. Me parecía algo vulgar o para gente que no podía ligar cara a cara.
Pero me apetecía un montón. Sentía la necesidad de tocarme y contarle exactamente lo que estaba haciendo. puff, estaba ... no se... es que necesitaba correrme, no podía aguantarme.
La voz entrecortada, y ella al otro lado. Me di cuenta que me estaba encantando el sexo telefónico, porque yo ponía la fuerza física y ella la intensidad emocional.
Me masturbé y me encantó. A veces aún me pongo un poco caliente recordándolo.
domingo, 2 de noviembre de 2014
Apotegma
Para una lesbiana intentar tontear con una mujer del pasado, nunca vuelve a ser lo mismo, y menos después de mucho tiempo. Cuando una se da cuenta, ya es seguir hasta donde una quiera. Y sino, no saldrá de esa historia en la vida.
sábado, 1 de noviembre de 2014
Porque todo el mundo acaba buscando a sus ex.
He estado un par de días en la playa con una ex. Apresurando los últimos días de sol, y estas inusuales temperaturas, rondando los 30 grados en Galicia y en noviembre.
Me encanta el vínculo especial que se crea con las ex con las que consigues llevarte bien. Supongo que cuando tienes sexo con alguien, al final es un todo o nada.
Me hace pensar en otro tipo de ex. Esas con las que se acaba la historia, desaparecen de tu vida, y de repente, vuelven a aparecer. Esas que siempre aparecen cuando las deja su novia.
Me encanta el vínculo especial que se crea con las ex con las que consigues llevarte bien. Supongo que cuando tienes sexo con alguien, al final es un todo o nada.
Me hace pensar en otro tipo de ex. Esas con las que se acaba la historia, desaparecen de tu vida, y de repente, vuelven a aparecer. Esas que siempre aparecen cuando las deja su novia.
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