Dos noches. Un segundo.

 Hoy me pasé la mitad de la noche y siete horas de coche pensando en ella. 

Llego a Madrid. Me manda una foto. Está en la parte de abajo. En el Gourmet del Corte Inglés de la Castellana. 

En el fondo no quería que fuera. Y si sí? 

Mis buenas noches han sido sus buenos días.

A ella le gusta como escribo. Yo quiero saber si me gusta como follamos. 

Esta noche beberé Albariño. Me saldrá una sonrisa pensando en su humor. Me hace reír y sonreir. Dormiré desnuda. Al menos la mitad de la noche. Aguantaré lo máximo posible rozándome con las sábanas.

Cuando sienta el flujo entre mis piernas sabré que no estás. Será un segundo. Y en ese momento nada desearé más que tus manos.